Independientemente de su tipo, y a grandes rasgos, los robots están formados por diferentes subsistemas [Moriello, 2005, p. 172/3]: ·
La “estructura o chasis” es la encargada de darle forma al robot y sostener sus componentes. Puede estar constituida por numerosos materiales (plásticos, metales, etc.) y tener las más variadas formas, pero habitualmente consta de partes rígidas unidas por junturas. Puede ser del tipo: “endoesqueleto” (donde la estructura es interna y los demás componentes externos) y “exoesqueleto” (donde la estructura es externa y cubre los demás elementos).
Los “efectores” son los sistemas que le permiten al robot interactuar con su entorno local. Es el equivalente robótico del sistema motor humano. Pueden ser: de “locomoción” (es la capacidad de trasladarse de un lugar a otro) y de “manipulación” (es la capacidad para manejar objetos).
Los “controladores” o “circuitos de control” permiten el adecuado gobierno del sistema completo, acoplando continuamente las habilidades de percepción y de acción: reciben los datos de los sensores y envían comandos a los efectores. Es el equivalente robótico del cerebro humano.
La “fuente de energía” es el sistema encargado de alimentar a todas las partes del robot. Pueden ser: “baterías” o “pilas” (si el robot se tiene que desplazar de forma autónoma), “convertidor” (si el robot es fijo o si se desplaza a escasas distancias) y “celdas solares” (si el robot es de muy bajo consumo o si se mueve por el espacio interplanetario).
26/4/08
Robots Inteligentes
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